CAPITULO V "La casa embrujada parte III"

jueves, 18 de febrero de 2010

 


-.Zafiro.-

Todo pasó tan rápido, en el momento en que la sangre de Aoi tocó el suelo, un temblor hizo que más vidrios se rajaran, algunas macetas antiguas cayeron quebrándose en mil pedazos, y del suelo comenzaron a salir todos esos espíritus, uno a uno. Niños, mujeres, hombres, ancianos…

Naoko corrió al lado de Aoi, volé en círculos sobre ellas, si podía defenderlas de alguna manera, no dudaría en hacerlo.

Algunos molestos, otros tristes, aparecieron por todos lados, hasta rodearnos, eran decenas que nos miraban con curiosidad. No reconocí en ellos deseos de atacar, parecían más confundidos que nosotros.

Aoi y Naoko los miraron por un largo minuto, donde reinó un frio silencio… finalmente, sin dudarlo Aoi les habló tranquilamente.


- Buenas noches, mi nombre es Nadeshico Aoi, ella es Naoko Kuro, y este cuervo, es nuestro amigo Zafiro.


Su “pasividad” era… escalofriante. Parecía estar realmente a gusto en ese ambiente, como si estuviera hablando con personas normales, me pregunté si ella no tenía el don de “ver” fantasmas desde antes.


- Hemos venido a ayudarles –continúo- no tienen porqué temer, somos amigos.


La población de espíritus se miraron unos a otros, después de unos segundos, una niña salió de entre ellos, llevaba un vestido celeste, estaba todo sucio y tenía sangre y varias heridas que habían teñido líneas rojas en su ropa. Un listón del mismo color colgaba de su cabello rubio, sucio y enredado, había perdido uno de sus zapatos y caminaba renqueando.

Aoi avanzó un poco para encontrar a la niña, a escasos tres metros de ella se detuvo y se agachó para verla.


- Hola pequeña.-sonrió mi amiga despreocupada-


Me posé en el hombro de Naoko, que había quedado rezagada tras Aoi.


- Dime… ¿Qué fue lo que ocurrió? –preguntó Aoi dulcemente-


Entre todos esos espíritus podía distinguir un aura más fuerte y distinta a todas las demás… un demonio, el mismo que nos había estado observando desde el primer exorcismo. Cada vez que estábamos en una situación como esta, podía sentirlo… él venía a disfrutar del “show”.

La pequeña niña miraba a mi amiga con curiosidad, entonces bajo la mirada y su pequeña boca, comenzó a moverse despacio...


- Algo... -musitó la pequeña- algo nos atrajo aquí... no se como describirlo... era una fuerza que me arrastraba... cuando entre a la casa... era igual... ¡igual que la de mi abuelita! Corrí hasta su habitación y ahí estaba ella, con los brazos abiertos... esperandome... corrí hasta ella... pero cuando estaba a punto de abrazarla... caí... caí... escuche algo quebrándose... y entonces cuando abrí los ojos... ellos estaban conmigo...


La pequeña señalo a los demás espíritus...

Aoi desvió su mirada a nosotros... era lo mismo que les había sucedido... ¿pero quién generaba las historias? Naoko se acercó a nuestra amiga...


- ¿Alguien sabe... qué o quién es el que genera esas imágenes?


Un silencio se apoderó de todos...


- Son los espíritus oscuros. -una voz de mujer susurró con temor esas palabras-

- ¿Oscuros?

- Si, ellos quieren que todos sufran su suerte... estar encerrados en esta casa... sin poder salir. -se escuchó una voz de un anciano-

- ¿Dónde estan? -preguntó Aoi-

- Ellos aparecen a su antojo por toda la casa... -dijo una mujer que parecía haber sido muy rica en vida, pues sus ropas eran finas y llevaba anillos y collares con gemas preciosas-


De pronto la niña se estremeció y todos los espíritus asustados comenzaron a desaparecer...


- ¡Esperen! -gritó Aoi-


Un escalofrio recorrió mi plumaje... había algo más ahí, algo distinto al demonio... era un espíritu... pero era poderoso... y malevolo. Donde habían estado todos los espíritus apareció una sombra... medía más de 4 metros y no tenía forma definida, era como una nube negra...

Aoi y Naoko retrocedieron asustadas...de las sombras provenían gritos, susurros y otros sonidos incomprensibles...


- ¿Quiénes son? -preguntó una voz proveniente de la nube-


Las chicas guardaron silencio...ambas se tomaron la mano, pude ver como Naoko comenzaba a sudar helado... Aoi parecía nerviosa también... esto era algo para lo que no estaban preparadas... ¿Qué era eso... quienes... un espíritu?


-Mas bien... -susurró Aoi finalmente- ¿Quienes son ustedes?


Un fuerte viento provino de aquella nube extraña, las macetas volaron por los aires, las hojas secas y el polvo segaban la vista, el cabello de ambas danzaba violentamente, inutilmente trataba de volar en contra del viento, Naoko me tomó entre sus tibias manos para protegerme...

Era increible, esa paz momentanea que sentí entre sus tibios pechos, su aroma a flor mística me embriagó, me dejé proteger como un bebé... pero un grito desgarrador interrumpió mi felicidad... Al mover mi cabeza para ver lo que ocurría... lo vi... la sombra había adquirido forma humana... era un hombre de unos cuarenta años, de mirada sanguinaria, piel manchada de sangre... y una navaja hechiza en su mano izquierda, lo reonocí al momento.

Había visto ese rostro en la televisión y en los períodicos muchas veces, tiempo atrás.


- ¡James Richardson! -grazné-

- ¿Quién? -preguntó Naoko-

- Un asesino que escapó de un instituto mental para criminales hace 5 años, todos se preguntaban su paradero... hasta que encontraron su cuerpo cerca del bosque Katne, murió de hambre y frio según dicen.... pero tenía marcas extrañas en su cuerpo... heridas en forma de estrellas y símbolos extraños... -contesté-

- ¡Viene hacia aca! -gritó Aoi-


Las chicas corrieron para huir del espíritu. Naoko y yo nos ocultamos detras de un estante estropeado por el viento, la lluvia y el descuido...


- ¿Dónde está Nadeshico? -preguntó en voz baja, aun sosteniendome entre sus brazos-

- No lo sé... dejáme ir a buscar y Naoko... -la miré antes de alzar el vuelo- por favor, quedáte aquí.


Alcé el vuelo, con la esperanza que el espíritu o lo que fuera, no encontrara a Naoko, tampoco a Aoi... pero en ese momento...


- ¡Aoi! .-grazné-


Ella había tropezado con una maceta y Richardson se dirigía a ella con una risa maquiavélica... Aoi trataba de levantarse, pero el espíritu la tomó del tobillo derecho y la levantó como si fuera una muñeca... ella apenas se quejó, volé lo más rápido que pude, mientras el individuo levantaba su cuchillo lentamente, Aoi lo miraba seriamente... justo antes que descargara el cuchillo contra su fragil cuerpo, lo embestí lo más fuerte que pude, y Aoi cayó al suelo.

Los distraje lo suficiente para que ella se levantara, pero cuando miré hacia atráz, esperando ver que había huído, descubrí a Aoi inconciente en el suelo, asustado solo sentí el golpe que me atestó James y todo se volvió oscuro.


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