CAPITULO V "La casa embrujada parte IV"

jueves, 25 de marzo de 2010

 


-.Kaname.-


Oculto entre mis propias sombras observaba el espectáculo, mi muñeca estaba en el suelo, la muñeca del cuervo oculta tras un mueble estropeado... y el cuervo... derrotado.

Esto podria ser como un acto de tragedia en la opera.

Richardson no había cambiado nada... el mismo sentimiento de odio sin motivo, y sus ganas de matar eran las mismas de cuando era humano, antes de morir en aquel bosque... había hecho un pacto con el diablo... quería servirle a cambio de seguir con vida. Sonreí al recordar su estúpido ritual improvisado, algún demonio de medio rango le había otorgado ciertos poderes a su espíritu, podía hacer ilusiones y materializarse para poder atraer a sus victimas...


Al parecer había estado muy ocupado todos estos años. Observe sus ojos inyectados en sangre... se dirigía hacia mi muñeca con cuchillo en mano, y sus rudas y sucias manos llenas de sangre antigua... su boca estaba crispada en una mueca de odio, dolor y locura... al llegar frente a ella, la miro unos segundos... leí su putrída mente... al parecer el deseo “carnal” también había perdurado con su espíritu.

No lo pude soportar... sólto el cuchillo y se arrodillo frente a ella... justo en ese momento lo lance por los aires, y aparecí frente a Aoi, Naoko, la otra muñeca me miró sorprendida desde su escondite...


- No temas... –la miré... estaba confundida, seguramente no había sentido mi presencia antes- este espíritu no causará más daño...


Richardson se levantó, me miró con temor y trato de huir, desapareciendo ante la vista de los humanos, pero ese truco no iba a funcionar conmigo... levanté mi mano lentamente, cerré los ojos y lo vi corriendo, tratando de huir entre las sombras... sonreí y comenzé a apretar su cuello en mi mente...


- Los espíritus también pueden ser destruidos... –susurré-


James escuchó mis palabras en su mente justo antes de explotar por la presión de mi mano.

Miré de nuevo a Naoko... en su mente generaba un plan para poder alejarme y sacar a sus amigos del invernadero, no estaba segura si usar las palabras de un exorcismo o atacarme con agua bendita. Una risa suabe se escapó de mis labios...


- Eso no funcionará... me marcho, te sentirás más cómoda de esa manera.


Me oculte entre las sombras... no iba a irme, no hasta que mi muñeca estubiera a salvo, Naoko corrió hasta ella, tomó a Zafiro en sus brazos y les habló a ambos...


- Porfavor... despierten... Zafiro, Nadeshico...


El cuervo abrió los ojos lentamente, y batió sus alas...


- Naoko...

- Zafiro -sonrió la chica-


-¿Qué ocurrió? –preguntó débilmente-

- Bueno, es difícil de explicar... pero me alegro que estes bien. –la joven abrazó tiernamente al cuervo- pero Nadeshico no reacciona. -susurró preocupada-

- Estará bien, solo esta inconciente... –aseguró Zafiro-


El caso del cuervo era interesante... me intrigaba el saber como había conseguido esa forma... ¿Cómo había pasado del cuerpo humano a un ave? Era alguien realmente interesante... y Naoko, podía sentir un gran poder dormido dentro de ella... seguramente daría muchas sorpresas en el futuro, y... ¿Qué podría decir de mi muñeca? Con ese rostro de porcelana... en esas manos frias y delicadas... había algo, algo que no podía leer en su mente, algo que ocultaba en su corazón y cerraba con una llave invisible... no sabía lo que era... pero no había duda que ella escondía algo.

De pronto, Nadeshico abrió sus ojos y se levantó confusa...


- ¿Naoko... Zafiro?

- Aquí estamos... –susurró la joven-

- ¿Dónde está James? ¿Qué sucedió?


Naoko relató todo lo que había visto a sus amigos... quienes la escucharon sorprendidos...


- ¿Él nos ayudó? –preguntó refiriendose a mi-


Sonreí silenciosamente al ver la sorpresa en su rostro...


- Sí... no entiendo porque, pero destruyó a James...

- Ese demonio... de verdad no tiene nada que hacer. –musitó Nadeshico mientras se ponía de pie, ya recuperada-


Me asombraba un poco la frialdad con la que se tomaba los asuntos que podrían asustar a una persona cualquiera... no me temía, me veía como una persona más... como un humano común y corriente... era un tanto irritante, pero a la vez, fasinante.


- ¡Miren! –exclamó Naoko- es la niña de antes.


La niña se acercó a ellas, y señaló tras de sí... ambas chicas miraron hacia la dirección señalada, solo se miraban muchas plantas a simple viste, hojas de matas olvidadas cubiertas de polvo...


- ¿Qué hay ahí? –preguntó Nadeshico-

- Quisiera... si ustedes pueden... –miraba al suelo tímidamente- liberarnos...


Las chicas sonrieron y se acercaron a las matas de hojas... justo en medio había un pozo cubierto por unas viejas tablas de madera, con una capa de polvo sobre ellas, y varias gotas de sangre, que se habían vuelto casi negras... varias moscas bailaban sobre el pozo, y un hedor terrible emanaba de él...


Un par de horas después, el lugar estaba lleno de policias y detectives que investigaban esa fosa común... habían muchos cuerpos... las chicas fueron interrogadas, y sus heridas fueron limpiadas en una ambulancia...

Esa noche, me deslisé entre las sombras de la habitación de mi muñeca... ella miraba perdidamente la venda en su mano, su sangre había despertado a todos esos espíritus... era curioso...


- ¿Cansada? –pregunté-

- Ha sido un día difícil... –susurró-

- Apuesto a que ganaron mucho dinero con esto...


Ella me miro seriamente...


- Lo importante es que ayudamos a todas esas almas atrapadas.


La miré tratando de analizar sus pensamientos... me senté frente a su cama, en la silla del escritorio...


- Kaname... –murmuró después de un largo silencio- ... gra... –se interrumpió con el rostro confundido, sus pensamientos eran confusos...no sabía lo que pensaba, parecía que ella sabía que podía escrudiñar su mente, y a veces solo veía blanco... nada... como ahora-

- ¿No terminarás la frase? –pregunté con curiosidad-

- Voy a dormir.


Apagó la lampara de su mesa de noche y se cubrió con la sábana. La miré unos minutos... ella aún no dormía...


- Gracias... –susurró finalmente-


Sorprendido la miré sin saber que decir... ¿Gracias? Era la primera vez que alguien me agradecía por algo... ¿Qué era eso? ¿Qué era esa sensación tibia dentro de mi? Pude notar un ligero cambio en el rostro de Nadeshico... parecía estar... rosaceo...


...Sonreí, mi plan estaba dando resultado... ella caería poco a poco en mis manos...

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